El Edadismo es la estereotipificación y discriminación contra personas o colectivos por motivo de edad. Engloba una serie de creencias, normas y valores
que justifican la diferenciación de las personas según su edad.
El término edadismo (en español) fue acuñado en 1968 por el gerontólogo y psiquiatra Robert Butler, para referirse a la discriminación contra las personas por motivos de edad. En este país lo vivimos como un factor relativamente nuevo que va en aumento y al que se define como Edadismo Laboral.
El término edadismo (en español) fue acuñado en 1968 por el gerontólogo y psiquiatra Robert Butler, para referirse a la discriminación contra las personas por motivos de edad. En este país lo vivimos como un factor relativamente nuevo que va en aumento y al que se define como Edadismo Laboral.
En estos momentos, de las mas de650.000.
personas en “desempleo de larga duración” ,500.000 son personas mayores de 50
años, con más de cuatro años buscando un empleo, sin encontrarlo, (según datos del
servicio público de empleo-SEPE). De este
numeroso grupo, el 60% son mujeres.
Lo que las señala, áun más, como colectivo especialmente vulnerable.
Las cifras son demoledoras y las las
consecuencias a medio plazo en la jubilación de estas personas pueden suponer
recortes de hasta el 40% en su jubilación, según diversos cálculos.
Cerca
de un 30% de las personas mayores de 45 años, en España, afirman haber sufrido
discriminación por su edad, según el Instituto Nacional de Estadística. Este porcentaje,
es comparable al manifestado por las otras dos grandes discriminaciones de
nuestro tiempo: el racismo y el sexismo.
Las consecuencias del paro
de larga duración son numerosas. Entre ellas la desprotección social: muchos
desempleados agotan sus prestaciones y subsidios conforme van acumulando meses
en paro. En mayo de 2018, el 43% de las personas en desempleo no recibían
ninguna prestación (datos de SEPE). De los que sí la percibían, la gran mayoría
obtenía ayudas asistenciales (casi el 80%), de menor cuantía que la prestación
contributiva.
Casi la mitad de los
desempleados en España están en riesgo de pobreza, un 45%, respecto al 14% de
los que tienen un trabajo. "Pero no solo es el subsidio", hacen falta
políticas activas de empleo enfocadas directamente a este grupo con más
dificultades para salir del paro.
Desde
hace unos años la inmensa mayoría de las ofertas de trabajo aparecen con el
epígrafe de “menores de”, situación que se ha ido normalizando hasta asumirla
como habitual. Estamos creando una categoría de excluidos del empleo.
¿De
verdad las empresas creen que tener más de 45 o 50 años perjudica la labor
profesional y la colaboración en el trabajo?. ¿No es más bien una inercia y una
moda que está creando una “cultura” que minusvalora la experiencia de estas
personas?.
El
Tratado de la Unión Europea establece que la
protección contra la discriminación por motivos de nacionalidad, género, origen
racial o étnico, religión o creencia, discapacidad, edad u orientación sexual,
es un derecho fundamental de la ciudadanía, prohibiendo de esta manera la discriminación.
Otros textos legislativos europeos, refuerzan esta idea como la; Directiva
Marco 2000/78/EC que prohíbe, entre otras, la discriminación laboral por edad.
El Edadismo es una nueva forma de discriminación, que
rápidamente se ha convertido en una de las tres grandes formas de
discriminación de nuestra sociedad, por detrás del racismo y el
sexismo".
Sin
embargo, nos enfrentamos a un fenómeno de envejecimiento poblacional nunca
antes visto, y será uno de los retos fundamentales de nuestro siglo dar las
respuestas adecuadas a esta nueva situación. El cumplir años no es una
enfermedad sino parte de la vida, y deberíamos, en consecuencia, ser capaces de
construir una sociedad para todas las edades. Todo dependerá de la arquitectura
social que realicemos en torno a este reto.
La imagen
social de las personas con edad, es plana y casi nula. En una sociedad individualista
como la nuestra, cumplir años se relaciona con la falta de talento, de belleza,
y de empuje. Cuando la sociedad no reconoce
el valor de estas personas, está enferma.
Otorgar
respeto, prestigio y valor se impone como obligado para evitar tanto dolor.
Necesitamos que la legislación en contra de la discriminación se respete y se
cumpla. Las administraciones tendrán que implicarse en su adecuado
cumplimiento, sancionando cualquier oferta laboral que la incumpla. Esto no es
suficiente, la sociedad en su conjunto debe recuperar el valor de la
experiencia, la sabiduría, la implicación y la capacidad de superar
adversidades de toda una generación que se está desperdiciando.
Julio Vidaurre. Vocal de la Junta de Gobierno Colegio Oficial de Trabajadores Sociales y del patronato de la Fundación Gizakia Herritar/Paris365.
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